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CAPAS I. ¿A QUÉ PISO VA?

Quien haya manejado programas de retoque hace quince años recordará lo que significaba seleccionar y mover un trozo de la imagen de un lugar a otro: anular la información en la zona de origen y eliminar por sustitución la que había en el lugar de destino. En realidad era una de las características que diferenciaban el mundo de los píxeles y el mundo de los objetos vectoriales, pero esta frontera desapareció con las capas.

Selecciones flotantes
El primer paso para flexibilizar el transporte de píxeles fueron las selecciones flotantes. Al desplazar parte de la imagen, la información se mantenía "virtualmente" en el aire, lo que permitía sobrevolar la zona de destino, moviendo la selección hasta estar seguros de su nueva posición, pero sin sustituir los píxeles subyacentes hasta que se "aterrizaba" pulsando Intro o cambiando de herramienta. Más tarde las selecciones flotantes se podían crear a partir de un contorno de selección con los comandos copiar y pegar, con lo que la información se duplicaba, conservándose en el lugar de origen.

Las capas trajeron una de las ventajas de manipular dibujos vectoriales. Se comprenden muy bien si pensamos en la manera tradicional en que se hacían los dibujos animados, donde los personajes se dibujaban en acetatos transparentes que se fotografiaban sobre un mismo fondo, desplazándolos y modificando sólo los cambios locales.

La imagen estratificada
El uso de capas requiere que en cada posición de píxel el programa pueda manejar información de color de dos o más píxeles diferentes. Esto, que seguramente en su momento requirió un gran esfuerzo de programación, una vez superado ha abierto para el retoque digital una nueva dimensión sin la cual muchos no sabríamos defendernos.

Las ventajas más inmediatas de manejar una imagen en diferentes estratos o niveles son que podemos desplazar ciertos elementos o figuras en cualquier momento sin afectar a la integridad del resto de la escena, y también aplicarles tratamientos tonales o modificaciones dimensionales por separado. Es cierto que en la mayoría de los casos independizar un elemento en una capa requiere un trabajo previo de selección, y que muchas de las utilidades de las capas se pueden resolver con selecciones, pero una vez aislada una forma, veremos que su manejo es mucho más flexible como capa.

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Una imagen con capas es como un desmontable,
cada pieza se maneja por separado.

También es verdad que en la salida impresa o visualización final de la imagen las capas habrán de eliminarse. Realmente son útiles para el proceso y manipulación. La mayoría de los formatos gráficos estándar no las soportan, y cuando lo hacen, como las últimas revisiones de TIF, pueden dar problemas al abrirlos con ciertos programas. Por eso, algunos formatos como PSD de PhotoShop o CPT de PhotoPaint son realmente formatos de trabajo, indicados para no perder ninguna característica del programa y continuar el proceso en otra sesión. Merece la pena casi siempre conservar una versión del trabajo completamente desmontada en piezas (PSD, CPT) por si acaso hay que retomar el proceso, y otra en el formato final indicado para la salida: TIF, JPG, GIF, etc.

Transparencia y fusión
Las capas completamente opacas no tienen mucho sentido. Se supone que debajo hay algo que debe aparecer en ciertas zonas. Un píxel opaco tapa lo que tiene detrás, mientras que si lo eliminamos, con el borrador por ejemplo, o si lo ocultamos con una máscara, dejará ver la capa subyacente. La transparencia puede también regularse, haciendo que algunos píxeles sean semitransparentes. En este caso lo que en realidad vemos es una mezcla de sus valores con los de la capa inferior, en relación al porcentaje de opacidad de la superior.

Al convivir dos píxeles de distintas capas en la misma posición, sus valores se pueden sumar, restar, promediar, dividir, y se pueden hacer bastantes cálculos más según cómo queramos combinar la información de las dos capas. Esto es lo que da lugar a los diferentes modos de fusión, que hoy sólo cito porque quiero más adelante tratar con calma cómo se calcula y para qué puede servir cada uno de éllos.

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En la paleta capas de PhotoShop vemos las
miniaturas de las capas, y diferentes iconos e
indicadores que ayudan a gestionarlas.

Maneras de crear una capa:

- Se puede crear una capa vacía, para lo cual suele haber un icono disponible. Es útil cuando queremos incorporar formas con herramientas manuales como lápiz, pincel, aerógrafo, etc.

- Se puede duplicar una capa existente de varias formas. En PhotoShop se hace con el comando Duplicar capa, o bien arrastrando una capa al icono de Nueva capa. También se duplica una capa si tenemos pulsada la tecla Alt cuando la desplazamos.

- Se puede trasvasar una capa de un documento abierto a otro, arrastrando de una ventana a otra, o bien desde la paleta capas hasta el documento de destino. En este caso siempre se duplican. Arrastrar de ventana a ventana duplica automáticamente capas enlazadas o que formen grupo. Desde la paleta sin embargo no se adjuntan las enlazadas, pero se puede transportar un grupo.

- Con los comandos Copiar y Pegar se duplican capas enteras o se crean nuevas a partir de una zona seleccionada, del mismo o de otro documento.

En la próxima entrega hablaremos de los tipos de capa y de su manejo.

 

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